A Santi todo le sale mal. Él procura comportarse como los demás: tiene ilusión por ir la escuela, como todo el mundo; por tener un trabajo, como todo el mundo y casar con una chavala, como todo el mundo. Pero siempre sucede algo que acaba dejándole cara de tonto.
Es cierto que tiene una tendencia a estar siempre en las nubes. Y, a veces, queda tonto mirando la nada. Y piensa: ¿Que hago yo aquí... como un imbécil?.
Así que, un día decide mirar atrás en su biografía para ver de buscarle sentido a las cosas y remontara al punto mismo de su concepción y, aun más, cuando sólo existían un espermatozoide algo tonto y un óvulo despistado. Y comienza a hilarlo todo desde lo principio hasta el preciso momento en que se lo cuenta al público.
Premio Max de Teatro 2003 al mejor texto en lengua gallega.